"Es un arte... es un juego... es un crimen". Una película con dos promesas del cine español que ya han dejado de ser promesas.
Una historia sobre un chaval educado en el arte de robar, que intenta labrarse una vida honrada... pero le tira más lo que sabe. En el camino se encuentra con una niña bien de la que se enamora y a la que intenta enseñarle su mundo. Pero para ser un artista robando... no hay que enamorarse. Son dos cosas que no casan.
Juan José Ballesta interpreta al ladrón. Es, desde que hizo El Bola, una promesa del cine patrio, pero parece que ya empieza a consagrarse como un gran actor. El chaval actúa muy bien, pero no le saca todo el partido que le podía sacar al personaje, quizás también por los guionistas, más preocupados de hacer una "historia bonita" que una historia con fundamento.
María Valverde es la chica de la película. Le han creado una fama de chica sex-appeal que, aunque bonica sí es, yo creo que no va con ella, pero que en las pocas películas que he visto de ella se intuye un buen futuro como actriz. En la película poco de poco, la verdad, pues hace de niña pija caprichosa que se enamora de un delincuente.
De la historia se podría haber sacado más, la verdad. La historia de amor sí, muy bonita y todo lo que quieras, pero al fin y al cabo para películas de amor ya tienes a Meg Ryan y a Julia Roberts. Una película sobre ladrones... se podría haber sacado más jugo. Aún así se hace amena. Un 6.8.
Opinión de un servidor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario