creí que pensé que estimé que

lunes, 27 de abril de 2015

No hay tela pa' tanta cabola

Pues ya casi que no pongo más, el título lo dice todo. Sí, es autobiográfico.


Tengo mucha testa. Pero eso es de siempre que yo recuerde. Eso que se dice de "si entra la cabeza, entra el cuerpo", pues no tengo ni idea si tiene fundamento. Y eso es todo, me apetecía sacar esa frase. "Si entra la cabeza, entra el cuerpo". Ahí lo dejo, para el que la quiera.

Calzo un buena chola (que no cola). Totalmente cierto, y nunca he encontrado un sombrero que me entre, doy fe. De publicidad, de tienda de ropa... no hay nadie que se atreva a hacerlos de semejante tamaño.

Un tronchón de cabezón. Iba a poner melón, pero jodo, yo creo que llevo algo más que pepitas, aunque también es verdad que soy dulzón...

Lo importante no es el sombrero, sino acabar con el melón entero.




martes, 21 de abril de 2015

Va de seriéculas

Es la época dorada de la televisión. Esto es mentira, porque la televisión parece que va cada vez a peor. Pero si hay algo que está en auge, con cada vez mejores producciones, mejores actores y mejor variedad, son, sin duda alguna, las series. Pero las series ya no son algo de las televisiones, de hecho cada vez aumentan más las reproducciones en streaming, quizás el porqué de que estén tan de moda. Antes no podíamos pensar en un actor ya asentado en el cine "rebajarse" a hacer series, pero hoy en día se puede decir que las series son las nueva películas, incluso en presupuesto pueden llegar a superarlas.

Las hay de todo tipo de géneros, desde al terror de American Horror Story a la fantasía novelesca de Juego de Tronos, pasando por la comedia de la ya extinta Cómo conocí a vuestra madre o el post-apocalipsis zombie de The Walking Dead.

 

Aquí en España parecen que se están intentando hacer la cosas bien, y no me refiero a las comedias casposas que se empeñan en hacer, como la nueva de Mediaset, Aquí paz y después gloria, sino a series como la histórica-fantasiosa El Ministerio del Tiempo, que tiene unas críticas bastante buenas, la ya finalizada Hispania, la cómica La que se avecina, o la buenísima (aunque también finalizada) Crematorio.

Pero la calidad suprema llega de fuera. A parte de series ya terminadas como Perdidos, Breaking Bad, Prison Break, Friends, Cómo conocí a vuesta madre o Los Soprano entre otras, la cantidad de series de calidad es infinita. Y creo que si hablamos de calidad, tengo que volver a nombrar The Walking Dead, la serie post-apocalíptica basada en los cómics de Robert Kirkman, la adictiva historia de un grupo de supervivientes por sobrevivir a zombies y humanos, y que además va a tener una secuela para este verano. Pero, como no, calidad le sobra a Juego de Tronos, basada en la serie de novelas Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin, que para alegría de todos volvió la semana pasada con su 5ª temporada.


La comedia también está poniéndose las pilas, con The Big Bang Theory a la cabeza, pero también con Shameless, Modern Family o New Girl.

Está claro que hay series buenas y malas, para todos los gustos, pero lo que está claro es que hay mucha variedad donde elegir: Helix, Los 100, Mujeres desesperadas, Elementary, Érase una vez (muy buena al principio, pero cansina ya en la 4ª temporada), Z Nation (más zombies, pero de una forma mucho más gore y absurda), Real Humans (una serie sueca de muy buena calidad), Falling Skies, Sons of Anarchy, Castle, Bones, Vikingos, Mentes criminales, True Detective, las miniseries Hermanos de Sangre y The Pacific, Anatomía de Grey, Orange is the new black, House of Cards, Revolution, Resurrection, los incontables CSI. Pero ya digo que la lista es interminable, porque tampoco se puede olvidar uno de las series de animación como Los Simpson, Padre de familia y las "infantiles", de las que tengo que reconocer que me encantan (aunque creo que no son muy infantiles, de ahí las comillas), Bob Esponja, Hora de aventuras e Historias corrientes.

Lo sé, me he dejado muchas, muchísimas, pero no puedo poner todas, sino al final iba a parecer un listado de series. Creo que ya lo ha parecido. Es lo que hay. Imposible verlas todas.
Los fabricantes de sofás estarán contentos, los de gafas más.




lunes, 20 de abril de 2015

ENCONTRADO: El eslabón perdido

Pues no, no voy a hablar de Historia. Bueno, sí, de la historia de un chico que nació como otro cualquiera, creció como un chico más... y le creció pelo por todo el cuerpo y nunca más pudo hacer un calvo. Una historia dramática.


Sí, soy yo, el no poder hacer un calvo es uno de los traumas que guardo junto con no poder montarme en los cacharritos de la feria desde los 5 años y no poder comprarme un sombrero.

Todavía recuerdo cuando nos juntábamos los amigos del pueblo al lado de la carretera para hacerles calvos a los coches que pasaban, hasta que me di cuenta que tenía el trasero mejor preparado para un concierto heavy que para cantar Yo tengo un gozo en el alma.

Éste no es mi culo, lo juro


Si hay una cosa mala de verdad, es el no poder saber si el pelo rizado de la esponja de la ducha o que se ha quedado a modo de marcapáginas en el libro que estás leyendo es del pecho, la espalda o de la baja-espalda. Aunque en la ducha es donde más se sufre, con los putos pelos quedándose pegados al suelo como si fueran lapas.

"Digan lo que digan, los pelos del culo abrigan". Famosa frase que hemos escuchado todos. No sabría decir si es verdad o mentira, pero aunque el aspecto de un culo bien abrigado sea parecido a unas sábanas de coralina, en mi opinión no es muy real... pero tampoco falso. ¿Cómo os habéis quedado?

¿Me molesta estar continuamente tapado con una manta polar? Pues no, sinceramente. Me he ido acostumbrando con los años y ya me siento raro cuando me veo sin ellos. En cosa de menos de un año, me han operado de las dos piernas y, por higiene, me he tenido que depilar, y, además de no tener color por culpa de ese protector de rayos UVA que son los pelos, era bastante raro sentir el roce de la ropa en la piel. Y lo malo de todo es en cuanto empieza a crecer. Una tragicomedia.

Y no, no tengo una gato pardo acostado en mi regazo... a eso también se le pone remedio... Ya tu sabe'.

Se está perdiendo el macho ibérico.






PD: En realidad no soy tan peludo, quizás solo soy el hijo del eslabón perdido.

miércoles, 15 de abril de 2015

¿Meaderos púbicos?

Sí, esto es una queja.

¿Por qué cojones somos tan sumamente cerdos? Por más personal de limpieza que haya en un lugar público, la mayoría de las veces vas al baño a echar un miccionamiento tranquilo, silvando la canción más mierdosa que has escuchado en el hilo musical y... ¡TOMA! Hay algo más mierdoso que esa cancionzucha de exyonqui exrastafari: el crocanti que se ha dejado algún hijo de mujer pegado cual derrape de Fast and Furious al váter, ese dónde has ido a vaciar la vejiga porque ese meadero enganchado a la pared...

¿Un meadero enganchado en la pared? ¿Qué somos? Está claro, somos menos civilizados de lo que queremos aparentar, meamos sacándonos el bajo vientre detrás de un contenedor, de una farola, de un coche... pero, joder, también bajo techo. Y eso sin querer entrar a hablar de esos baños de discoteca con una cascada que se lleva todos los flujos líquidos borrachos mientras una panda desatasca su vejiga.

Pero a lo que iba, un crocanti. Pero, aunque parezca complicado, eso casi que no es ni lo peor. El borde de ese lugar inhóspito está lleno de pelos de huevos. Sí, no intento buscar eufemismos, son pelos de huevo, sin más, y me lleva a hacerme una de mis preguntas filosóficas:


La vida es dura, pero más duro es el pene de Nacho Vidal.



@calvet13


@CreiPenseEstime

martes, 14 de abril de 2015

Televisión de... ¿calidad?

Belén Esteban.

Paquirrín.

Isabel Pantoja.

Sálvame.

Supervivientes.

Gran Hermano.

Podría no poner nada más, y ya sabriáis lo que pienso. Pero por eso no me lee nadie, porque me la suda y me pego el rollo.

Antes de empezar, os dejo una pregunta: ¿os habéis dado cuenta de en qué cadena salen TODOS los que he puesto arriba? Ahí lo dejo.

Está claro que hay programas buenos en Telecinco (por el culo te la hinco), pero la mayor parte de la programación vomitante de este país se la cascan ellos. Y repito que tiene programas buenos y de calidad, pero joder...

Es impresionante que programuchos que se dedican a poner a una serie de personajes discutiendo e insutándose entre ellos (sí, Sálvame) tenga tantísima audiencia, lo que deja entrever la incultura (me duele mucho decirlo) de España y los españoles ante todo. Han intentado quitarlo alegando horario infantil, y la verdad que es bastante loable cómo se han aferrado a las tardes de la televisión. Telecinco (por el culo te la hinco), esa "gran" escuela de tertulianos vomitantes.

A ver, que tampoco estoy diciendo que haya que ver los documentales de La2 ni Saber y Ganar (puto Jordi Hurtado y su fuente de la eterna juventud), pero ver como la roña televisiva se meten en la vida de los demás, les dan lecciones de la vida, discuten, se pelean, se insultan... y encima hay un público detrás que les interesa eso. Qué pena de país. Un país al que le interesa la vida de Belén Esteban, a qué nueva niñata deseosa de verse en el papel couché se ha zumbado Paquirrín, qué nueva mentira llora la Pantoja para intentar razonar los millones en negro. Triste.

Pero lo malo es ver como encima cogen a esa roña y la meten toda juntita y rebatida en una isla. Supervivientes le llaman. ¿Supervivientes de qué? Teleroña en estado puro.

Gran Hermano... pues mira, no voy a decir nada, porque hay algo peor: Gran Hermano VIP. La roña metida en una casa discutiendo por el tabaco, la comida que le quieren hacer al famosito las dos "tetas" de Gandía Shore (¿Sabéis que la segunda parte de Gandía Shore será para gente con problemas de audición?: Gandía Shore 2. Ahí lo dejo). ¿En serio hay gente a la que le interesan esas cosas? Hay que joderse.

Nos quejamos de que el gobierno nos intenta quitar la educación de calidad, el estado de bienestar, pero nosotros mismos nos echamos piedras en nuestro propio tejano. Nos estamos atontulando y no nos damos cuenta.

Belén Esteban.

Paquirrín.

Isabel Pantoja.

Sálvame.

Supervivientes.

Gran Hermano.
¡Cómo nos gusta la telebasura y qué poco recliclar!





lunes, 13 de abril de 2015

Putos huesos anchos

¡¡¡GORDO!!! Desde pequeño he tenido que llevar encima esa etiqueta, aunque bueno, tampoco es una etiqueta, lo llevo escrito en la frente (y en cada lorzaca).
No es algo que me haya obsesionado nunca, porque tampoco me ha influido mucho... menos para correr, meterme por calles estrechas, saltar en una silla, jugar al Twister... Pero tampoco me ha influido mucho... ¿no?
Si pienso en gordo y felicidad, no puedo evitar que me venga a la cabeza el gran (y pedazo de cómico también) Florentino Fernández, que escribió hasta un libro, El gordito ligón, que está puesto en la estantería de mi comedor. La verdad es que soy muy fan de él, aunque no mucho de su último programa. Lo que siempre he admirado de él, a parte de ese gran humor que tiene, es la divertida forma con la que lleva sus "kilos de más", pues no le importa enseñar la panza ni pasarse todo el programa comiendo sin parar y en modo guarruzo. Me encanta.
 
Pero también  me viene a la mente el gran felino "zampalasagnas" Garfield, a quién le he cogido prestada su frase "No estoy gordo, soy de hueso ancho", que uso bastante. ¡Y además también me gusta mucho la lasagna! Todo sea dicho.

Comer, o no comer, he ahí la cuestión. Porque a mi comer me gusta, jalar me encanta, y trapiñar me vuelve loco. Pero además no es que coma, es que me gusta cocinarla, de hecho hasta hace poco trabajaba de cocinero. Y diréis, ¿no había una mejor profesión para un gordo cómo tú, samugo? Pues claro, pero ¿dónde está ese trabajo? (Por cierto, busco trabajo, por si surge algo. Persona seria, trabajadora y muy eficaz trabajando en equipo). Me gusta la verdura, el pescado, la carne (mal pensados id a otra página), la pasta... no le hago ascos a nada que se considere comida, y digo esto último por si os pensáis que me como las uñas de los pies o chupo algún meadero público.

A ver, Gordos y Gordas del mundo: estáis GORDOS, eso está bien si es lo que queréis, no es malo, pero vestíos en consonancia a vuestro contorno y forma. La ropa ceñida no os queda bien. Tenéis más curvas que un saco de arandelas. Los leggins no tiene que sonar como al abrir una botella de champagne cuando os lo quitéis. Hay ropa adecuada a cada uno para que nos sintamos guapos, pero cuando alguien se gira a mirarte no es porque estés sexy (que podrías estarlo, seguro, con otra ropa), sino porque a través de esa ropa elástica y ceñida se te marca hasta la letra del DNI.

Estoy gordo, sí, y no pasa nada, pero por ello no puedo "marcar musculito", porque mi tableta de chocolate se fundió al nacer y con el tiempo se ha ido transformando en lo que parece ser un huevo Kinder sin sorpresa. La ropa ceñida y yo nos llevamos mal, es una hija de puta.

Estoy gordo, sí, tanto que yendo al gordólogo he perdido 15 kilos y aún me sobran otros 15. Estoy yendo por el camino del exgordo, pero nunca dejaré de ser gordo, porque ser gordo se nace, de hecho en fotos de pequeño ya se me sale la panza de la bañera. Un gordo no adelgaza, desengorda. Y estoy desengordando.

Estoy gordo, sí, pero por ello soy feliz, porque me gusta comer, me gusta cocinar, tengo lorzas de felicidad, grasa de confeti. Aunque siempre tuve claro que el límite está en el momento en que no te ves el pene al mear, y siempre me lo he visto, eso es bueno.

Gordos y gordas del mundo, sed felices. Locuread mucho.



@calvet13


@CreiPenseEstime

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