creí que pensé que estimé que

miércoles, 15 de abril de 2015

¿Meaderos púbicos?

Sí, esto es una queja.

¿Por qué cojones somos tan sumamente cerdos? Por más personal de limpieza que haya en un lugar público, la mayoría de las veces vas al baño a echar un miccionamiento tranquilo, silvando la canción más mierdosa que has escuchado en el hilo musical y... ¡TOMA! Hay algo más mierdoso que esa cancionzucha de exyonqui exrastafari: el crocanti que se ha dejado algún hijo de mujer pegado cual derrape de Fast and Furious al váter, ese dónde has ido a vaciar la vejiga porque ese meadero enganchado a la pared...

¿Un meadero enganchado en la pared? ¿Qué somos? Está claro, somos menos civilizados de lo que queremos aparentar, meamos sacándonos el bajo vientre detrás de un contenedor, de una farola, de un coche... pero, joder, también bajo techo. Y eso sin querer entrar a hablar de esos baños de discoteca con una cascada que se lleva todos los flujos líquidos borrachos mientras una panda desatasca su vejiga.

Pero a lo que iba, un crocanti. Pero, aunque parezca complicado, eso casi que no es ni lo peor. El borde de ese lugar inhóspito está lleno de pelos de huevos. Sí, no intento buscar eufemismos, son pelos de huevo, sin más, y me lleva a hacerme una de mis preguntas filosóficas:


La vida es dura, pero más duro es el pene de Nacho Vidal.



@calvet13


@CreiPenseEstime

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