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lunes, 20 de abril de 2015

ENCONTRADO: El eslabón perdido

Pues no, no voy a hablar de Historia. Bueno, sí, de la historia de un chico que nació como otro cualquiera, creció como un chico más... y le creció pelo por todo el cuerpo y nunca más pudo hacer un calvo. Una historia dramática.


Sí, soy yo, el no poder hacer un calvo es uno de los traumas que guardo junto con no poder montarme en los cacharritos de la feria desde los 5 años y no poder comprarme un sombrero.

Todavía recuerdo cuando nos juntábamos los amigos del pueblo al lado de la carretera para hacerles calvos a los coches que pasaban, hasta que me di cuenta que tenía el trasero mejor preparado para un concierto heavy que para cantar Yo tengo un gozo en el alma.

Éste no es mi culo, lo juro


Si hay una cosa mala de verdad, es el no poder saber si el pelo rizado de la esponja de la ducha o que se ha quedado a modo de marcapáginas en el libro que estás leyendo es del pecho, la espalda o de la baja-espalda. Aunque en la ducha es donde más se sufre, con los putos pelos quedándose pegados al suelo como si fueran lapas.

"Digan lo que digan, los pelos del culo abrigan". Famosa frase que hemos escuchado todos. No sabría decir si es verdad o mentira, pero aunque el aspecto de un culo bien abrigado sea parecido a unas sábanas de coralina, en mi opinión no es muy real... pero tampoco falso. ¿Cómo os habéis quedado?

¿Me molesta estar continuamente tapado con una manta polar? Pues no, sinceramente. Me he ido acostumbrando con los años y ya me siento raro cuando me veo sin ellos. En cosa de menos de un año, me han operado de las dos piernas y, por higiene, me he tenido que depilar, y, además de no tener color por culpa de ese protector de rayos UVA que son los pelos, era bastante raro sentir el roce de la ropa en la piel. Y lo malo de todo es en cuanto empieza a crecer. Una tragicomedia.

Y no, no tengo una gato pardo acostado en mi regazo... a eso también se le pone remedio... Ya tu sabe'.

Se está perdiendo el macho ibérico.






PD: En realidad no soy tan peludo, quizás solo soy el hijo del eslabón perdido.

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