creí que pensé que estimé que

domingo, 30 de octubre de 2016

Palabros: Puf

Puf: sillón blando que generalmente no tiene respaldo.
¿Y para qué sirve? Para que quiero sentarme con la espalda al aire? Eso es incómodo. Para ver la tele necesito respaldo, para comer necesito respaldo, para leer un libro necesito respaldo.
Y además, ¿puf qué palabra es para un mueble? Puf es el sonido que se hace cuando estás cansado. ¿Y como se dice en plural? ¿Puffes? ¿Puffs? ¿Su puta madre la mierda de mueble que ocupa sitio y es incómodo de cojones?
A mi el único puf que me gusta es el que acaba en B, el Pub, para ir a tomarme una pinta fresquita (por cierto, un llamamiento a todos los Pub de España... poner unos cacaos, unas papas, unos variados... que no os cuesta tanto con la que claváis por un vaso de cerveza).
Es un sillón, generalmente sin respaldo... vamos, un muerto allá donde lo pongas. Para lo único que sirve es para poner los pies mientras estás sentado en el sofá, para apoyar el ordenador mientras lo conectas por HDMI a la tele para ver la peli que tienes (todo legal, claro).
Entonces, si solo sirve para poner los pies, cambiémosle el nombrecito, puf es para usarlo cuando estamos hastiados de que el de delante nos cuente siempre lo mismo. Piezódromo, Adsofá, Apoyador (fijaos que está escrito con Y... con Y)...

Ya está bien de imponernos palabros mierdosos. Si Cervantes levantara la cabeza... yo me iba corriendo, sería que por fin ha llegado el Apocalipsis Zombie que tanto estoy esperando.



martes, 25 de octubre de 2016

Biblioteca: La marcha zombi

Después de uno de los mejores libros que he leído últimamente, Guerra Mundial Z, me encontré esta novela corta con 4 historias cortas. ¡Y me lo leí!
Como he dicho, son 4 historias cortas, con la novela Guerra Mundial Z de fondo, con diferentes historias desde diferentes puntos de vista.
La mejor de las 4, quizás por ser la más larga y la más diferente, es la primera, que cuenta el principio de la infestación zombi desde el punto de vista de la comunidad de vampiros. Sí, los vampiros, yo tampoco me lo imaginaba. Y la verdad es que es curioso ver como tardan en darse cuenta de que sin humanos no hay comida para ellos. Es lo que me gusta de Max Brooks, que ve el apocalipsis zombi desde un punto de vista diferente, como conté en el post de Guerra Mundial Z.
La segunda habla de como en China reclutan gente a la fuerza para reconstruir la Gran Muralla, una historia de guerra dura y muy curiosa.
La tercera es la más extraña y mala, y la cuarta es una entrevista con un terapeuta danés que, tras la guerra, se dedica a tratar psicológicamente a aquellos que fueron incapaces de acabar con sus seres queridos infectados.
La verdad, quitando la primera historia y la segunda, el libro no vale mucho. La primera, a su vez, rompe con la historia típica zombi, quizás demasiado. Cuánto daño ha hecho Crepúsculo al mundo vampiro.
Yo no lo recomendaría, la verdad, pero he sacado algo bueno: me voy a releer Guerra Mundial Z. Hacedlo vosotros también, ni os lo penséis.

Opinión de un servidor.


viernes, 21 de octubre de 2016

Biblioteca: El jilguero

Premio Pulitzer 2014 a la mejor obra de ficción y casi 1200 páginas fueron las razones por las que decidí plantearme el reto de leer este libro.

Sinceramente, se hace bastante cansino, parece que nunca va a terminar, pero cuando acaba te das cuentas de que acabas de terminar lo que podría considerarse una obra de arte.
La historia sigue a Theo, un chico de Nueva York que sobrevive a un atentado en el que muere su madre, pasando una serie de situaciones tanto positivas como negativas que le hacen (y nos hacen) darse cuenta de la importancia de la amistad, de la familia, de la educación, del hogar... 
Como he leído, pone al día a los grandes del siglo XIX, mezclándolos con personajes salidos de Breaking Bad.
Una historia de drogas, amores y desamores, durante toda la vida de Theo hasta llegar al hotel de Ámsterdam donde comienza la historia, pasando por Las Vegas y su amigo Boris. Y todo ello alrededor de un cuadro, El jilguero de Carel Fabritius, un cuadro que gracias al libro he descubierto y me he quedado prendado de él. Estará en mi casa en un futuro no muy lejano (una réplica, claro está). Por ahora lo dejo aquí abajo.
El jilguero, Carel Fabritius
Opinión de un servidor.


@calvet13

martes, 11 de octubre de 2016

Biblioteca: El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas

Premio Nocte 2004 a la mejor novela nacional de terror. No necesitaba nada más para comprar el libro.
Por primera vez en esta sección, creo que no puedo explicar mejor la historia que la sinopsis oficial:
"Marquitos Laguna se ha retirado del oficio. Ahora prefiere cuidar su huerto y recoger los huevos de sus gallinas. Antes, en otra época, Marquitos era un justiciero parco en palabras, un matador criptozoológico en la abundante isla de Simetría, un muro de dos metros de hostias enfundado en el guante de un hombre en traje negro. Pero ya no, sus noches más oscuras quedaron atrás. O al menos eso creía hasta hace unas horas. Porque hace nada, las gallinas viejas, esas que nunca sacrifica sabe Dios por qué, han comenzado a revolotear de aquí para allá, dejándolo todo lleno de plumas. La tierra de ese huerto que ahora se dedica a cuidar, ha empezado a retemblar. La carne putrefacta de toda una vida en negro se afana por abrirse paso a base de dentelladas y uñas rotas. Y Marquitos, un muro de dos metros de amor venido a menos, se teme lo peor:
Que regresen sus noches más oscuras. Que se le atragante el olor de una Magnolia.
O que haya llegado la hora de volver a sacrificar.

El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas es una historia de realismo bizarro, de una isla que alberga toda la inmundicia humana, de fantasmas del pasado que regresan a golpe de vaso de güisqui sobre la barra de un bar. De vampiras imaginarias, de zombis mentales que acompañan a su protagonista y de un ente vengativo que pretende culminar una obra maestra del asesinato:
La Magnolia Azul."

Me encantó lo de realismo bizarro, de hecho me parece un género dentro de la literatura a explotar. Una historia realmente corta, que te mete en la mente de Marquitos, un personaje con una mente muy honda y compleja. El hecho de ponerte en su piel mientras lees, consigue ponerte los pelos de punta.
Se lee rápido, y es muy recomendable. Pero solo si tienes un estómago a prueba de picante. Y no me podéis negar que el título es intrigante.

Opinión de un servidor.

PD: La próxima prometo currarme más el resumen, pero es que la sinopsis oficial me atrajo.

viernes, 7 de octubre de 2016

Biblioteca: La hora del mar

Acabé con Aeternum y decidí seguir con Carlos Sisí, tenía mono. Quizás ese fue mi error.

De repente el mar se llena de peces muertos, a lo que le siguen terremotos, tsunamis, grietas en el suelo...
¿A qué se deben estos fenómenos? ¿Extraterrestres, especies desconocidas de la Tierra?
La historia sigue la acción en España y Estados Unidos, con algunos capítulos en Reino Unidos o Francia, entre otros. Pero en especial la historia se centra en como los estados español y estadounidense se intentan defender mientras entienden lo que está pasando. La aparición de fenómenos desconocidos durante la historia aún desconciertan más a los científicos, militares, políticos y demás supervivientes.
Barcos succionados en alta mar, cangrejos de dos metros saliendo hacia tierra firme, bolas luminosas misteriosas... ingredientes para una gran historia.
Carlos Sisí tiene una forma de escribir que engancha, pero en esta pierde... ¿frescura? Empieza de forma inquieta, con fenómenos que te dejan con la boca abierta, queriendo saber más y más, con ganas de devorar páginas y páginas. Pasadas las primera páginas pierde fuelle, y así siguen pasando las páginas, subiendo y bajando en intensidad. Pero llegan las últimas páginas y la intensidad sube a más no poder, los colmillos van creciendo en cada página... y llega el desenlace.
Un desenlace muy "místico"... muy light. El final no es que esté mal, pero es como si después de un partido de fútbol, durante los 90 minutos en el que los equipos han ido marcando uno y otro, marcando y empatando, llegan al final empatados... y al final gana quien no está jugando.
Aún así vale la pena leerlo. Escribir un buen final es complicado. Quizás estaba demasiado influido por Los Caminantes, por eso quiero leer Panteón, y ver si Sisí escribe finales como La Hora del Mar o los mejora. Soy fan (muy fan) de Los Caminantes, así que mantengo la esperanza.

Opinión de un servidor.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Biblioteca: Los Caminantes. Aeternum

La única forma de sobrevivir... era elegir la muerte.
Carlos Sisí vuelve con la cuarta historia de esta saga, que se suponía iba a ser una trilogía.
Cuando vi que había una cuarta novela de Los Caminantes pensé, vaya intentando sacar zumo de la naranja de oro haciéndose cansino... pero cuán equivocado estaba. AFORTUNADAMENTE.
Aeternum le da una vuelta de tuerca al apocalipsis zombie. La vacuna desarrollada comienza a fallar, y el nuevo mundo que se estaba empezando a crear desaparece ante los ojos de los supervivientes, por lo que deben tomar una decisión drástica. Y todo ello bañado con el peor enemigo del ser humano en toda historia sobre apocalipsis (en este caso zombie): el ser humano.
Vuelven los héroes de Carranque, esta vez en Barcelona, además de otros nuevos personajes que conviven con zombies, Lamberts...
Una cabeza privilegiada la de Carlos Sisí. El mes que viene sale la quinta y nueva novela de esta saga de la que me considero muy (pero muy) fan: Tempus Fugit, que ya se puede reservar.
Si te gustan los zombies, te recomiendo la saga al completo. Los tres primeros te engancharan, Aeternum te sorprenderá. PROMETIDO.


Opinión de un servidor.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Biblioteca: Taifas 2069 y Taifas 2070

Un libro que cuenta un futuro en la Península Ibérica, dónde los problemas económicos y políticos las han dividido en diferentes estados independientes: monarquías, democracias, repúblicas, dictaduras, etc. 

El contexto me enganchó.
La historia se centra, básicamente, en el punto de vista de Galicia, más concretamente en Pedro Casáis. Aunque también hay capítulos dónde se narra desde la visión de diferentes presidentes y generales de distintos estados, como Castilla-La Mancha o Madrid, o los reyes de Asturias o Valencia.
El contexto es muy interesante, como ya he dicho. Habla de como los diferentes estados se unen, se traicionan, se invaden (o por lo menos lo intentan), se asesinan... Un historia a la que se le puede sacar muchísima chicha...
Pero. Los peros son demasiado grandes (para mí). Además de que los avances tecnológicos son dispares y sin sentido: pajaros mecánicos, aeroplanos... y sin embargo los vehículos terrestres no han variado, ni los televisores LED...
Además, el autor se extralimita tanto en las descripciones físicas de los personajes como de los lugares donde están. Me gustan las buenas descripciones, para sentirte dentro de la acción, pero en esta historia la descripción se sobrepasa. Estoy seguro de que si se quitaran las palabras que no ayudan al desarrollo de la historia, la novela tendría la mitad de las páginas.
Empecé la primera, seguí con la segunda... pero ya no pude seguir con las otras historias que completan la "saga". ¿Lo bueno? Son historias cortos y los capítulos son fáciles de leer.
Yo no lo recomendaría, sinceramente, con todo mi respeto por el autor, pues admiro a los valientes que deciden lanzarse a contar una historia y la publican.

Opinión de un servidor.


viernes, 6 de mayo de 2016

El mal del pornstar

Hoy quiero dedicar este post a todas esas personas que ven porno. A todos aquellos que ven en sus pantallas pollas más grandes que las suyas, tetas más grandes que las suyas, culos más grandes y redondos que los suyos, pieles más finas que las suyas, uñas más perfectas que las suyas, anos más blancos que los suyos.
Un saludo para todos los maquilladores que hacen que los porn viewers se sientan "poquita cosa" comparados con los actores y actrices que pasan por sus butacas. Como en el cine tradicional, en el porno hay maquilladores que hacen su trabajo, e igual que admiramos los ojos claros de ese actor moreno, admiramos igual los pechos perfectos de esa actriz porno.
Amiguitos y amiguitas... el porno está hecho para que fantaseemos con él. Igual que los zombies de The Walking Dead o la piel azul de los na'vi de Avatar, el cine (sea del tipo que sea) se hace para que queramos matar a ese zombie mugriento, para que queramos tener la piel azul y fornicar con nuestra coleta (que no colita), y para que deseemos tener esa columna victoriana que tiene como pene el desgraciado del actor porno que se está zumbando a esa mulata que finge tan sumamente mal.

El maravilloso mundo del cine, dónde hasta los anos son blancos... más incluso al final de la escena.



miércoles, 4 de mayo de 2016

Palabros: Hueco poplíteo

¿Hueco poplíteo? ¿Qué mierda de nombre es ese?
Tobillo, rodilla, bíceps... pero ¿cómo se llama la junta que hay en la pierna detrás de la rodilla? Llevo años preguntándomelo, y por fin he conseguido saber el nombre real. ¿Y sabéis qué? Me ha decepcionado. Resulta que tal parte de la anatomía humana se llama músculo poplíteo. ¿Hueco popli qué? ¿Quién mierda le puso ese nombre tan absurdo? Decepcionado me encuentro.

Y aquí viene mi #PropuestaRAE: contra-rodilla. Es un nombre mucho mejor que hueco poplíteo, sin duda, es un nombre más descriptivo, que cuando lo dices la mente va directa al lugar correcto: detrás de la rodilla.
Contra-rodilla. Sin más. Sencillo, directo, descriptivo.


@CreiPenseEstime 



PD: Propongo también contra-codo para la mismísima parte, pero situada en el brazo. Ahí lo dejo.

lunes, 11 de abril de 2016

Palabros: Mesita de noche

Por primera vez en todo el tiempo que lleva en marcha esta especie de blog, he recibido un petición a través de un comentario. Aunque quién lo puso lo borró. Pero bueno, me pareció una petición muy buena. Gracias desconocido asustadizo.
Mesita de noche. Un mar de dudas. O mejor dicho, un mueble de dudas.
La RAE nos ayuda diciendo esto:
1. f. Mueble pequeño, con cajones, que se coloca al lado de la cama, para los servicios necesarios.

Para los servicios necesarios... interesante. ¿Por qué de noche? ¿No se puede utilizar el resto del día? Es un mueble demasiado dictatorial, impone su uso por encima de la necesidad. Si dejamos que un simple mueble maneje las manijas de nuestras casa, ¿dónde vamos?
La mesita de noche no debería llamarse "de noche", la podemos usar todo el día. Podemos coger el paracetamol cuando se necesite, podemos coger ese condón caducado si se presta una mañana, o un mediodía. Yo, por ejemplo, no leo solo de noche, pero siempre lo dejo en el mismo sitio, ese mueble pequeño con un cajoncejo pegado al lado de mi cama, ¿mesita de noche? ¿Y porque no sólo mesita, coño? ¿Cuántas más mesitas existen? Es verdad, hay demasiadas. Entonces se debería de buscar otro nombre, mesita... no sé... ¿de cama? ¿de todo el día? ¿de guarda papeles que no sirven para nada? No me termina.
La mesita dichosa, no sé que nombre ponerle, pero "de noche" no tiene ni puto sentido. ¿Cuándo sale el sol se esconde? Pues entonces no es solo "de noche".

Mesita de noche para guardar la funda de entoche.



domingo, 3 de abril de 2016

Quisiera ser Papá Noel

Esto es España, dónde uno trabaja y cinco miran (así tirando por lo bajo), todos deberíamos envidiar y querer ser como Papá Noel. Yo ya deseo querer ser Papá Noel.
Papá Noel, bueno, sí él, es la envidia de todos los currantes. Nada más que curra un día al año, y el resto del tiempo vive en su casa de Laponia, dónde no lo molesta nadie, mientras un grupo de duendes le fabrican los juguetes que los niños le piden. Esto de los duendes lo han copiado las grandes multinacionales, pero cambiando los duendes por chinos, vietnamitas...
Además nunca pilla atascos, no gasta combustible, no contamina... si es que es un ejemplo de hombre.
Pero lo más importante: sólo trabaja un día al año, los otros 364 (e incluso 365 cada 4 años) se los pasa rascándose la barriga, que por otro lado entiendo, igual que me imagino que tendrá los huevos pelados de tanto rascárselos. Barriga, otro pro: siempre tiene barriga, de hecho sin barriga no sería Papá Noel, entonces se la suda pasarse con las tapas o las cervecitas, el mamoń suertudo debe de comerse unos platacos de arroz al horno impresionantes, y sino lo hace es porque no ha probado el que hace mi madre (qué hambre me acaba de entrar).
Aunque lo único que no termino de entender de Papá Noel es que no oculta su lado comunista vistiendo de rojo, pero sin embargo se lucra de un fiesta capitalista como es la Navidad. Si es que el dinero gusta por igual a todo el mundo.
¿He dicho ya que sólo trabaja un día al año? Pues el resto lo tiene para hacer lo que le guste, viajar más que el IMSERSO, convertise un un gammer, aprender a hacer pizzas...
Me da igual que nadie se crea que existe, él sí que vive bien, cojones. Yo quiero ser Papá Noel.

Si Papá Noel y mamá tampoco, ¿Quién trae los regalos?



viernes, 1 de abril de 2016

Palabros: Buhardilla

Hay palabras que tienen mucho tiempo, sí, pero siguen sin tener sentido alguno. Habrá mucho eruditos sentados en sillones con letritas, pero no tienen ni puta idea de palabros.

1. f. Parte de un edificio situada inmediatamente debajo del tejado, con techo en pendiente y destinada a vivienda.

2. f. Ventana que se levanta por encima del tejado de una casa, con su caballete cubierto de tejas o pizarras, y sirve para dar luz a los desvanes o para salir por ella a los tejados.
3. f. desván.


La RAE dice esto, pero nos mienten...



Las buhardillas sirven para que las casas de las pelis americanas acojonen más aún, para dar ese punto de tensión, con una bombilla en un porta lámparas con un cordel.

Las hay también que se usan para hacer una habitación para el hijo mayor, para que se suba y tenga "su intimidad", vamos, para hacerse sus pajillas tranquilo y sin que el resto de su familia lo escuche. Ya tiene bastante su madre con lavar esos calcetines "misteriosamente" acartonados.

Pero las buhardillas se usan para subir los trastos que no se usan: fotos antiguas, camisetas que guardan un valor sentimental pero que ya son inviables su uso, regalos del amigo invisible que no te atreves ni siquiera a usar para otro amigo invisible (sí, esas cosas se hacen).

Centrémonos... este último uso. Sirve para GUARDAR, pues entonces debería llamarse guardilla. ¿Qué significa buhardar? Pues absolutamente nada, cojones. Buhardar no es nada, guardar sí. Pues guardilla, ché.

No tengo nada más que añadir.



@calvet13

@CreiPenseEstime

viernes, 5 de febrero de 2016

La VERDAD de las canciones infantiles 1.1

Después de desentrañar los mensaje ocultos de tres canciones infantiles, aquí volvemos con el látigo del descubrimiento. ¿Qué descubrimiento? El que tengo aquí por dentro.

Y dale Perico al torno. Ahora le llega el turno a Don José y su amabilidad flandersiana.

Eran dos tipos requetefinos
Eran dos tipos medios chiflaos
Eran dos tipos casi divinos
Eran dos tipos desvarataos

Vamos, que eran dos tipos con dinerete en el bolsillo, pero era heredado, porque los dos estaban un poco p'allá.

Si se encontraban en un en una esquina
O se encontraban en el café
Siempre se oía con voz muy fina
El saludito de Don José

No se gustaban mucho, de hecho siempre se encontraban, no quedaban. Y Don José saludaba con una voz muy fina, vamos, que tampoco lo hacía con mucho amor ni cariño. Don José y Don Pepito... ahí había algo del pasado que no se ha contado.

- Hola Don Pepito
- Hola Don José
- Pasó usted ya por casa
- Por su casa yo pasé
- Vió usted a mi abuela
- A su abuela yo a vi
- Adiós Don Pepito
- Adiós Don José

Y llega lo bueno, la pulpa del pérsimon, la conversación entre Don Pepito y Don José. Pepito es Pepe, y Pepe es lo mismo que José. Pepito y José son... LA MISMA PERSONA. José, el tipo original, sufre de bipolaridad, y sabe que Pepito es malo, porque cuando hace acto de presencia es porque algo no va bien, y por eso pregunta si pasó por su casa y vió a su abuela, tiene miedo de que a su pobre yaya le haya pasado algo. Don José está pidiendo ayuda médica. Hay que dársela.

Y después de hablar de enfermedades psiquiátricas, pasamos a un problema de tráfico. Hablemos de La Gallina Turuleca.

Yo conozco a una vecina,
que ha comprado una gallina,
que parece una sardina enlatada.
Tiene las patas de alambre,
porque pasa mucha hambre,
y la pobre esta todita desplumada.
Pone huevos en la sala
y también en la cocina,
pero nunca los pone en el corral.
La gallina turuleca es un caso singular,
La gallina turuleca esta loca de verdad.

Esto es, claramente, una metáfora. La vecina puede llegar a ser su vecina, pero, aunque no hable de a qué se dedica, la vecina es claramente una madame, y la gallinita no es un animal, sino un prostituta a la que no alimentan bien, y por eso está muy delgada, por lo que al ponerle vestidos ajustados parece una sardina enlatada. Atiende siempre fuera a los clientes, dónde haga falta, pero nunca en casa de su madame, en su corral. Es la única que hace eso, por lo que es un caso singular que le hace parecer loca de verdad.

La gallina turuleca ha puesto un huevo,
ha puesto dos, ha puesto tres
La gallina turuleca ha puesto cuatro,
ha puesto cinco, ha puesto seis
La gallina turuleca ha puesto siete,
ha puesto ocho, ha puesto nueve.
¿Dónde esta esa gallinita?
déjala pobrecita, déjala que ponga 10

La gallinita es una prostituta muy reclamada, y puede dar bastantes servicios al cabo del día, nunca suficiente para su madame, pues siempre la está llamando para más. Una historia muy triste, de prostitución y esclavitud sexual. ¡Que alguien ayude a la pobre gallinita!

Y seguimos con otro "animal" de alta alcurnia, el señor Don Gato, que, como dice el título, estar estaba... pero ¿qué estaba?

Estaba el Señor Don Gato
sentadito en su tejado,
marramiau, miau, miau,
sentadito en su tejado.


Hasta aquí todo bien, un gato sentado en un tejado haciendo sus movidas, echándose un cigarrito y esas cosas. Ese marramiau...

Ha recibido una carta
por si quiere ser casado,
marramiau, miau, miau, miau,
por si quiere ser casado.

Con una gatita blanca
sobrina de un gato pardo,
marramiau, miau, miau, miau,
sobrina de un gato pardo.

Empiezo a creer que esto vuelve a ser una metáfora, y que este "señor Don Gato" no es tan gato como dice ser. ¿Le preguntan si se quiere casar con la sobrina de un "gato pardo"? Este gato pardo tiene pinta de ser un mafioso y que la carta sea más bien una amenaza... Veamos qué se traman los lindos gatitos.

El gato por ir a verla
se ha caído del tejado,
marramiau, miau, miau, miau,
se ha caído del tejado.

Se ha roto seis costillas
el espinazo y el rabo,
marramiau, miau, miau, miau,
el espinazo y el rabo.


Esto parece un caso digno de Richard Castle. Parece que el "señor Don Gato" ha recibido una buena paliza del "gato pardo" o de sus "gatoespaldas". Muy bien no debe de haber quedado, no.

Ya lo llevan a enterrar
por la calle del pescado,
marramiau, miau, miau, miau,
por la calle del pescado.

Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado,
marramiau, miau, miau, miau,
el gato ha resucitado.

Por eso dice la gente
siete vidas tiene un gato,
marramiau, miau, miau, miau,
siete vidas tiene un gato.

El "señor Don Gato" tiene pinta de ser un infiltrado de la policía, y que se hizo el muerto para conseguir salir y echar abajo los negocios turbios del "gato pardo". Se dió cuenta de que lo habían descubierto cuando le dijeron que si quería demostrarles su compromiso debía de casarse casarse con la sobrina del "gato pardo", la tal "gatita blanca", que la llamaban blanca porque aún era pura, porque no había animal en la Tierra que se atreviera a asomarse por esas partes que sirven para dar placer, descendencia y enfermedades de transmisión sexual. Así que el "señor Don Gato" usó la contraseña secreta para que sus compañeros lo sacaran con vida: Marramia, miau, miau, miau.

Los payasos de la tele consumían seguro, pero jamás tanto como Melendi.




martes, 2 de febrero de 2016

Fernando El Alopécico

Esta es la historia de Fernando El Alopécico.

Fernando El Alopécico, un día, se dio cuenta de que su padre era calvo, su abuelo era calvo, su bisabuelo era calvo... y se propuso que no le pasara eso a él.
Ahorró y ahorró, y cuando la genética hizo mella en él, con apenas 19 años, decidió que era el momento de hacerse un injerto de pelo en su despoblada cabeza. Fernando El Alopécico parecía una Nancy, se notaban los injertos desde el pueblo de al lado de Alpedrete de la Sierra, dónde él nació, se crió y se dejo injertar por Manolo Manostijeras, el único peluquero de toda la comarca, con una cabeza blanca, despoblada y brillante como una peladilla. Manolo Manostijeras no era ningún hacha injertando pelos en cabezas ajenas, no como lo bien que se le daba injertar en el club de la carretera de Madrid, dónde era conocido por sus pedidos multitudinarios e interespeciados.
Fernando El Alopécico tuvo que quitarse esos injertos como quién se quitan los pelos de una verruga vistosa, con las pinzas de su hermana, Amadora La Succionadora, apodo que necesitamos omitir por cuestiones legales.
Nuestro Fernando El Alopécico continuó ahorrando, él no quería pasar más frío en las escasas ideas que tenía, y decidió hacer un pedido desde el locutorio de Alpedrete de la Sierra, negocio tapadera de Jacinto Bocachancla, quién no podía abrir la boca sin que subiera el pan que tanto se esforzaba por amasar Pancracio El Aterrizajes, el panadero del lugar. Adiós cortinillas S.L. fue la empresa elegida, y un dron de Amazon se lo llevó hasta su casa. Con alegría y entusiasmo, la caja Fernando El Alopécico abrió, y el peluquín en su sesera colocó.
Fernando El Alopécico busco a todos sus amigos y familiares, y su nuevo aspecto les mostró. El único gato de Alpedrete de la Sierra no pudo evitar seguir sin control a Fernando El Alopécico, pues hacia años que no veía algo tan parecido a él como lo que Fernando El Alopécico en la cabeza portaba. Eso no era un peluquín, eso parecía más un gato pardo con ganas de atacar, como si la cabeza de Fernando El Alopécico quisiera pelearse con todos y cada uno de los habitantes de Alpedrete de la Sierra.
Fernando El Alopécico a lo alto de una montaña decidió marcharse, para olvidar lo que la genética se había encabezonado en darle para hacerle sufrir.
Mucho tiempo pasó. La montaña se aburrió de aguantar los sollozos de Fernando El Alopécico, hasta que este decidió comprarse una pulidora, que usó para darle brillo a esa cabeza despoblada que la genética le empotró. Decidió bajar al pueblo y buscarse un trabajo, y nada mejor encontró que servir de espejo para los clientes de Manolo Manostijeras, para lo que éste le pagaba con cerezas y coñac.

Cuenta la leyenda de Alpedrete de la Sierra, que aún en estos días, cuando el Sol brilla con rabia, una luz se ve brillar desde lo alto de la montaña. Se dice que es Fernando El Alopécico y su cabeza sin igual, pero nadie se ha atrevido nunca a subir a comprobar, pues la leyenda finaliza que en ese mitológico lugar, Fernando El Alopécico se encarga de cuidar de Alpedrete de la Sierra, y de que cada uno de sus habitantes hagan quebrar a cada peluquería o barbería que se abriera en el lugar, pues Fernando El Alopécico no dencansará hasta que todos sus paisanos no se tengan que peinar.

Pensarás que esto es mentira, la razón no te voy a quitar, pero mañana cuando te levantes, los pelos de tu almohada contarás. Si uno es la cantidad, no te deberás de preocupar. Pero si más de dos tuvieras, Fernando El Alopécico desde el espejo sonreirá.

domingo, 31 de enero de 2016

Llévatelos


¿En serio te pensabas que te ibas a llevar dinero por entrar en esta mierda de blog? ¡PUES NO!

Pero te puedes ir de aquí contento y sentirte pagado en risas y post absurdos. No seremos ricos, pero por lo menos seguimos riendo. ¿Qué hay más importante que la risa? Pues un montón de cosas, pero aquí no vas a encontrarlas, así que aprovecha y riéte cojones.


Si entras y no entiendes este post es porque eres mu tonto y no le has dado a Me gusta a nuestro Facebook.


Y de paso de dejo unas recomendaciones:

Recuerda locurear. 

Vamos a contar mentiras

Gracias a los miles... ¿qué digo miles? ¡millones!... de seguidores que visitan diariamente este blog, puedo permitirme dedicarme única y exclusivamente a escribir.
La economía va viento en popa, la política por fin ha conseguido reunir a un grupo de políticos llevados por el trabajo al ciudadano, y eso me hace estar completamente dedicado a este blog lleno de artículos de calidad contrastada por ornitólogos y ginecólogos.

Lo que más me gusta es ir por la autovía, y que todos y cada uno de los preparados y maravillosos conductores que circulan por las carreteras españolas respeten la velocidad y vayan por el carril del medio, porque no entiendo la necesidad de ir siempre por la derecha y cambiar de carril tan solo para adelantar. ¿Qué necesidad hay de conducir sin molestar? Pues ninguna, cojones.
La gente que emigró de España ya puede volver, y eso está haciendo que las playas vayan mejorando en cuanto a limpieza y accesibilidad. Y eso es una pena, porque ¿a quién no le gusta darse un bañito sorteando compresas usadas, ratas muertas y mojones remojados en cantidades variables? Desgraciadamente ya no podremos ver a esos hombres de avanzada edad y cimborrio alfeizado con el plástico de los packs de botes de Coca-Cola enredado en esas partes colgantes, que ya no se saben si continúan teniendo utilidad o son su apéndice extracorporeo. Ya no podremos ver esos pezones arrastrando por la playa enredados en algas o crustáceos sin vida. ¿Por qué?
¡Oh! Los leggins, esas prendas para sordomudos, con los que cualquiera puede leerle los labios a esas chicas, que da igual cuál sea su aspecto físico o la prenda de ropa que lleven arriba o en los pies, siempre quedan bien. Da igual que parezcas el muñeco de Michelin o una morcilla embutida, siempre están guapas. Da igual que sean negros, de colores planos o de estampados más propios de un cuadro pintado por un mono salido. ¿A quién no le gusta una mujer de gran volumen con unos pantalones de sordomudos ceñidos a la que no le llega la circulación a los dedos de los pies? ¿A quién? Cuánto loco hay en el mundo.
Lo mejor siempre es enseñar, no dejar nada a la imaginación, como esos montes de Venus sin nada de follaje, al ras, como el culito de un bebé. No hay nada mejor que verlo todo como la cabeza de un Cara cono. Y ¿por qué la gente se compra bufandas? Lo normal sería hacer como hago yo, echarse lo más caliente del cuerpo al cuelo, ese apéndice fálico que tenemos por ser piratas, y no hablo del oro ni la plata, sino de ese tesoro que tengo entre las (soy tan pudoroso que no me atrevo a decirlo, me pongo colorado).
Por fin he conseguido valorar a esa gran cadena con programación de calidad que es Telecinco (por el culo de la hinco), con grandes personajes totalmente necesarios para la historia de la humanidad, como es Belén Esteban, esa mujer a la que jamás se le deformó la nariz por echarse unos tiritos, o el Matamoros, el Lex Luthor español. Han conseguido que Telecinco dé de baja Gran Hermano, pues la población no ha creído que fuera de un nivel necesario, una pena, pues año tras año ha ido demostrando la calidad y la necesidad que tienen los televidentes españoles de programas de tal calidad. Intentaré contener mis saladas y adictivas lágrimas.
Y esto es solo una pequeña muestra de lo bien que va todo y del culito respingón que me marcan estos leggins que me compré el martes en el mercadito de mi barrio.

Entre verdad y mentira, viene Dinio y me la endiña.


PD: Me ha salido un post de alta calidad...




viernes, 29 de enero de 2016

La VERDAD de las canciones infantiles

Hace ya tiempo que me propusieron este tema, y, qué narices, vamos para allá.

¿Qué hay detrás de las canciones infantiles? ¿Qué mensaje oculto tienen? ¿Es verdad que las escribieron influidos por fuerzas diabólicas? Bueno, igual en esto último me he pasado. O no...

Para abrir, una bien corta. Mi barba tiene tres pelos. Ahí es na'.

Mi barba tiene 3 pelos
3 pelos tiene mi barba
sino tuviera 3 pelos
pues no seria una barba
 

Si tu barba tiene 3 pelos no es una barba, eso de primeras, como mucho es pelusilla o el camarero chino de mi barrio, que tenía una berruga en la barbila con 3 pelos largos... muy largos... pero mucho...
Y, a ver, sino tuviera 3 pelos, pues ya no sería una barba, claro, ¡porque antes tampoco lo era!
Y luego ya la cosa sigue con la misma letra, pero variando la velocidad de cantar y quitando palabras de la letra, porque no se puede decir barba. ¿Por qué? Porque es una barbaridad muy bárbara.

Después de la contrariedad peluda, hablamos de una historia de posesiones y consumos: Susanita tiene un ratón. Escalofriante historia.

Susanita tiene un ratón,
un ratón chiquitín,

Hasta aquí bien, esa tal Susanita tiene un ratón, algo raro como animal doméstico, pero bueno, hay otros con leones o serpientes durmiendo en su sofá, Susanita puede ser una estrambótica. Y sigue:

que come chocolate y turrón
y bolitas de anís.

Ese ratón no lleva una alimentación muy sana, la verdad. ¿Chocolate y turrón para comer? Ese "ratón" parece que hace otra cosa con el chocolate... Y, ¿bolitas de anís? El "ratón" pinta a que puede salir en la próxima edición de Encarcelados.

Duerme cerca del radiador
con la almohada en los pies

¿Tiene frío y se pone la almohada en los pies? Este "ratoncito" parece que le ha dado un amarillo, igual alguien debería meterlo en la ducha y darle un café.

y sueña que es un gran campeón,
jugando al ajedrez.

El "ratoncito" parece que tiene un problema emocional, una frustración. Él quería ganarse la vida jugando al ajedrez (¿en serio?), pero la vida no le dió la oportunidad y tuvo que ponerse a traficar con drogas, que acabó consumiendo para olvidar esa frustración. El "ratoncito" está mal. ¿Nadie ve que está pidiendo ayuda?

Le gusta el fútbol, el cine y el teatro
baila tango y Rock&Roll

Siempre soñaba con dedicarse al mundo del espectáculo, marcar goles, hacerse solos de guitarra... pero acabó dando el espectáculo en las discotecas de polígono.

y si llegamos y nota que observamos,
siempre canta esta canción.

Aquí algo huele mal... ¡ese "ratoncito" es Susanita! La pobre Susanita nos está pidiendo ayuda, nos dice que le da vergüenza, que se siente frustrada y que trabaja pasando droga para poder consumirla y olvidarse de ella. Susanita nos está contando una historia y todos le acompañamos haciendo los coros. Es que, ¿nadie piensa en los niños?

Y para acabar por hoy, una historia de pérdida de personalidad, de personas que no son lo que parece... Cucú.

Cucú, cucú,
cantaba la rana,
 Cucú, cucú,
debajo del agua.

¿Cucú una rana? ¿En serio? Eso no es una rana. ¿Qué dice cucú? Un cuco como mucho, ¿no?

Cucú, cucú,
pasó un caballero,
Cucú, cucú,
con capa y sombrero,

Y seguimos con el cucú... bueno, pasa un caballero con capa y sombrero. ¿En el siglo XXI? Algo esconde ese "caballero".

Cucú, cucú,
pasó una señora,
Cucú, cucú,
con traje de cola.

¡Y dale con el cucú! Pues eso, que ahora pasa una señora con traje de cola... ¿con traje de cola cerca del agua? Sigo viendo gato encerrado... porque una rana NO.

Cucú, cucú,
pasó un marinero
Cucú, cucú,
llevando romero.

¡Me cago en todo con el cucú de las narices! Y pasa un marinero... llevando romero. ¿Un marinero con romero? ¿De dónde lo ha sacado? Esto "huele" a otro tipo de "hierba".

Cucú, cucú,
le pedí un ramito,
Cucú, cucú,
no le quiso dar,
Cucú, cucú,
se puso a llorar.

¡Joder con el puto cucú de los huevos! La señora le pide un ramito de su "hierba" al marinero, pero este no le quiere dar porque ella no tiene dinero, y seguro que le debe desde hace tiempo. Y ella le responde rogándole que le de un poquito, que le fie... esta señora me recuerda a Susanita... pero me da igual, ya no tendré que volver a escuchar la mierda del cucú.

Pero siempre será peor para el cerebro escuchar Melendi.



jueves, 28 de enero de 2016

Palabros: Cómoda

1. f. Mueble con tablero de mesa y tres o cuatro cajones que ocupan todo el frente y sirven para guardar ropa.
Esto dice la RAE. Ahí no hay discusión.
Vamos a ver, vamos a pensar un ratico majetes... ¿Por qué narices se le llama cómoda? Tú te tumbas encima de ella y... te acuestas en un cajón y... ¡Qué no! Que no es cómoda. Cómoda es una cama, una hamaca, un sofá (menos el mío), una toalla en el césped, etc.
Llamemos a la cama cómoda, y a la cómoda cama, o sofá, o hamaca, o dildo, o falo, o cajorena ¡cojones!
He visto a gente durmiendo en el suelo, en cajeros, en el baño, en la ducha, en un banco del parque, mientras hacía guarreridas españolas, pero nunca, jamás he visto dormir a alguien encima de una cómoda. Y, ¿por qué? Pues porque no es cómodo ché, es incómoda de cojones, más que un fakir durmiendo en un colchón Flex.
Desde aquí, llamo a la movilización contra estos muebles, una manifestación para reclamar un cambio de nombre, una repulsa contra un mueble que no engaña, que se llama cómoda y no lo es. Defendamos nuestro lema:


¡O un colchón, o un mojón!




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