Una comedia con dos de los más grandes actores actuales de comedia de los Estados Unidos promete mucho.
Un matrimonio que ha caído en la rutina se conceden una cita para disfrutar el uno del otro sin más preocupaciones. Hasta aquí puede ser cualquier pareja del mundo. Pero los Foster no viven su mejor noche. Los confunden con una pareja de ladrones y se monta buena. Pero buena buena.
Steve Carell es el marido, un hombre que tiene la sensación de que su mujer piensa que todo lo hace mal. Este hombre puede matar a cualquiera, pues solo con sus caras ya te partes por todos los lados, y además su actor de doblaje lo hace fenomenal, poniéndole una voz y unos tonos descacharrantes.
Tina Fey es la mujer, harta de hacer todos los días lo mismo. Fey ha recibido muchos premios por su papel en una conocida serie americana (Rockefeller Plaza), así que nada de lo que diga va a ser nuevo. Lo hace muy bien, pero sin llegar a la altura de Carell, que está meteórico.
El malo de la película es un grande de la pantalla, Ray Liotta, aunque no sale mucho en la película, así que pasa desapercibido.
De los demás actores del reparto destacar la pareja Tripplehorn "original", formada por James Franco y Mila Kunis, a Mark Wahlberg como un experto en seguridad, a William Fichtner como un político, a Taranji P. Henson como la policía que "sigue" el caso en esa noche atípica, a la israelí Gal Gadot como la chica que esa noche se "divierte" con Wahlberg, y a la guapa Leighton Meester como la niñera de los hijos de los Foster.
El mejor momento sin duda de la película es cuando en medio de la huida, Carell estampa el coche contra un taxi y no puede desengancharlo... en serio, vale la pena verlo uno mismo, una escena desternillante. Una película, al fin y al cabo, para pasar un buen rato y reírte, que es buenísimo para la salud. Un 8.5 sin duda. Imposible no reírse... en mi opinión claro.
Opinión de un servidor.
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