Si hay tres películas y ya he hablado de las dos primeras, ¿cuál viene después? Pues la tercera, estrenada en 2007. Minipunto para el equipo de los locureadores.
Para Matt Damon dar vida a Jason Bourne tenía que ser ya como atarse los cordones. En esta ocasión, Bourne descubre que hay un periodista británico (Paddy Considine) que está investigando sobre su vida, por lo que decide buscarlo para preguntarle por su contacto, pero la cosa no acaba como tendría que acabar, por que desde la CIA hay quien aún lo considera una amenaza. Pam Landy ha cambiado su forma de verlo y no comparte la forma de ver de la CIA, pero ahora las ordenes vienen aún desde más arriba de lo que se pensaba. Bourne viaja a Madrid y de ahí a Tánger para intentar averiguar cuál es en realidad su identidad.
Julia Stiles vuelve a dar vida a Nicky Parsons, esta vez trabajando para la CIA en Madrid. Su personaje toma gran importancia en esta tercera película, aunque el aspecto de mojigata no se lo quita.
Joan Allen sigue dando vida a Pamela Landy. David Strathaim es el encargado de mandar que busquen a Bourne, eso sí bajo las órdenes del papel interpretado por Scott Glenn. El venezolano Édgar Ramírez es quien se encarga de perseguir a Bourne durante toda la película, y Joey Ansah el encargado en Tánger, protagonizando una de las mejores partes de la película por las calles y tejados de Tánger. Albert Finney y Colin Stinton interpretan dos personajes muy importantes para que Bourne descubra su verdadera identidad. Y como aporte personal quiero citar al actor alemán nacido en Barcelona Daniel Brühl, que da vida al hermano de Marie (personaje que interpretó en las dos primeras películas Franka Potente).
Es quizás la mejor de las tres películas que forman la saga Bourne. Las escenas de persecuciones por Tánger, sin ningún diálogo y sólo con la música de tensión son sublimes. El entramado sobre la verdadera identidad de Bourne está muy conseguido. En definitiva, una película que te tiene atento a la pantalla continuamente y que no se hace para nada pesada. Un thriller de calidad. Y además con un buen rato por Madrid. 7.6.
Opinión de un servidor.
Julia Stiles vuelve a dar vida a Nicky Parsons, esta vez trabajando para la CIA en Madrid. Su personaje toma gran importancia en esta tercera película, aunque el aspecto de mojigata no se lo quita.
Joan Allen sigue dando vida a Pamela Landy. David Strathaim es el encargado de mandar que busquen a Bourne, eso sí bajo las órdenes del papel interpretado por Scott Glenn. El venezolano Édgar Ramírez es quien se encarga de perseguir a Bourne durante toda la película, y Joey Ansah el encargado en Tánger, protagonizando una de las mejores partes de la película por las calles y tejados de Tánger. Albert Finney y Colin Stinton interpretan dos personajes muy importantes para que Bourne descubra su verdadera identidad. Y como aporte personal quiero citar al actor alemán nacido en Barcelona Daniel Brühl, que da vida al hermano de Marie (personaje que interpretó en las dos primeras películas Franka Potente).
Es quizás la mejor de las tres películas que forman la saga Bourne. Las escenas de persecuciones por Tánger, sin ningún diálogo y sólo con la música de tensión son sublimes. El entramado sobre la verdadera identidad de Bourne está muy conseguido. En definitiva, una película que te tiene atento a la pantalla continuamente y que no se hace para nada pesada. Un thriller de calidad. Y además con un buen rato por Madrid. 7.6.
Opinión de un servidor.
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