Después de la gran acogida de la primera parte, colocándose en solo unas horas entre los 5 más vistos de la semana y, porque no decirlo, ante la petición de más puntos... aquí llega la segunda parte y esperemos que definitiva, porque sino al final parecerá un decálogo, y no, no te toques nunca, nunca te toques.
Légolas |
Esto no es más que una cuestión de honor, algo secreto entre hombres pero que tiene que cumplirse a rajatabla, no queda otra si te consideras un hombre y quieres que los demás hombres te consideren también un hombre.
- Tu amigo solo será Légolas cuando haya dejado a su orco. Aunque tu amigo esté con un orco, NUNCA por ningún motivo le llamarás Légolas por haber cazado a un orco con su "flecha del amor". En el momento en el que el orco se vuelve a Mordor (tu amigo y ella, o mejor dicho ello, lo han dejado), la regla se anula y pasas a estar en todo tu derecho, incluso deber, de recordarle a tu amigo su "caza por la tierra Media" para evitar que vuelva a cazar por aquellos lugares recónditos, pues de allí no sale nada bueno, no...
- Si tu amigo liga estando borracho, comprueba que lleva "protección". Si una noche dada, después de una borrachera, tu amigo, más pedo que Alfredo (no sé quien será ese Alfredo, pero debería de beber más que Rita Barberá), liga con una tía y se la lleva para hacer guarreridas españolas, tienes el deber moral de pararlo y comprobar si lleva condones encima (NUNCA se comprobará si lo lleva puesto ya), pues por nada del mundo queremos ser tíos de un bebé nacido por el calentón ebrio de tu amigo, y creeme, tu amigo tampoco.
- Evitarás que tu amigo se convierta en un asalta-cunas. ¿El amor no tiene edad? Puede ser, pero intenta que por lo menos el ligue de tu amigo le haya bajado la regla y se depile ya. La edad perfecta para un ligue será de dos años por debajo o un año por encima de la edad propia, pudiendo ampliarse un año por encima y por debajo en casos especiales siempre y cuando la edad de la tía no conlleve tener 16 años. Y todo eso se lo harás ver a tu amigo. Tu deber es tan sólo advertirle, luego él será el único responsable si en mitad de su cuna-polvo le toca parar para cambiarle el pañal a su "ligue". Tu deber moral y tu deber con el Código seguirán intactos. Al día siguiente tendrás la opción de elegir si reírte de él o no, no pudiendo ser castigado por ello, pues ese derecho lo recoge el Código en estas líneas.
- Intentarás que a tu amigo no le "tiren más dos tetas que dos carretas". Las tías están buenas, sí. Las tías hacen cosas que no hacen nadie, sí. Las tías tienen tetas, sí. Pero le harás ver a tu amigo que sólo dos tetas no mejoran la amistad de tantos años, que si sólo quiere tirar hacia ella y el grado de escotazo va en relación con tu nivel de calentamiento es porque ella quiere que sea así, y por tanto se tomarán los escotes como una herramienta de hipnosis, tomándolo como un arma contra las amistades. Por ellos se está en la obligación de no dar de lado a tus buenos amigos y fusionar en algunos casos amigos y novia. Eso sí, hay momentos que descaradamente son para pasarlos en pareja... ya me entendéis... ¡ay omá!
Enrique y Ana |
Y nada más que añadir, esto sigue siendo el Código de tíos, el Código de los hombres. Y sigue estando totalmente prohibido mentarlo o compartirlo con ninguna mujer, por mucho escotazo o muy desnuda que esté delante de ti. Si incumples esta norma tu pene se te quedará eternamente flácido y tan sólo se te pondrá erecto cuando veas a Carmen "to' lo que tengo de morro lo tengo de potorro" de Mairena.
Y dicho esto, hasta mañana cuando toqueis un choch... hasta mañana a las ocho con un buen bizcocho.
Locura de un servidor...
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