Y esta tarde me he ido hasta 1959 (ahí es nada) para ver la considerada como una de las mejores comedias de la historia del cine. Un Óscar (mejor vestuario en blanco y negro) y tres Globo de Oro (mejor película de comedia, mejor actriz de comedia y mejor actor de comedia) dan cuenta de ello.
El gran Billy Wilder dirige esta película protagonizada por Tony Curtis, Jack Lemmon y Marilyn Monroe.
Joe y Jerry son dos músicos que están en el lugar equivocado y en el momento equivocado cuando presencian la "masacre de San Valentín", por lo que son perseguidos por los mafiosos. Así que como única solución deciden disfrazarse de mujer e ingresar en una banda de música femenina, donde conocen a la cantante de la banda, a la que da vida la tentación rubia.
Marilyn Monroe de vida una rubia tonta, acostumbrada a salir con hombres que desaparecen después de estar juntos, y que busca un millonario con el que casarse. Un papel de chica ingenua y ligerita que la sex symbol perpetua da vida a la perfección.
Tony Curtis es Joe, un ligón que hasta con falda y peluca consigue ligar, un papel perfecto para uno de los grandes galanes de la historia del séptimo arte.
Y el mejor, para mi, Jack Lemmon dando vida a Jerry, un pobretón que se deja arrastrar por su amigo Joe hasta para vender su abrigo. Un personaje al que da vida este genio de la gesticulación.
Una comedia con tintes de película de gángters de los años 30, en blanco y negro y con la forma de actuar típica de la películas mudas (aunque es un film con volumen, claro) que le da ese toque cómico que se te queda grabado.
Hay que verla, sí. Incluso está preservada en el archivo de la Biblioteca del Congreso. Así que... no puedes irte al otro barrio sin verla. Aunque claro, es...
Opinión de un servidor.
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