Hoy estreno una nueva sección, esa en la que las ideas más escondidas de mi mente llegan hasta los ojos de aquel que ose leerlo.
Los tiempos cambian, como dice un famoso anuncio de seguros. Algunas cosas han mejorado, pero otras han perdido su esencia, esa que las hacia puras. Y de esas quiero hablar hoy.
Sí, hay cosas que han perdido su esencia, que han perdido todo lo que significaban antes. Y no hablo de otra cosa ahora mismo que del romanticismo. Ese romanticismo que hacia que le compraras una rosa a tu chica para conseguir que le flojearan las piernas, ese romanticismo que hacia que leyeras a los maestros con tal de que te vinieran unos versos decentes con los que declararte a tu chica.
Los tiempos han cambiado sí, por fin nos hemos dado cuenta que hombres y mujeres somos en esencia lo mismo, y que dos personas se pueden querer sea cual sea su sexo. Ya iba siendo hora, ciertamente. Pero hay cosas que estamos perdiendo, y lo siento, yo soy de la vieja escuela, y pienso que estos avances en la sociedad no tiene porque hacernos perder esa esencia del romanticismo, pues porque un hombre se declare a una mujer, le pida salir, la invite a cenar, le pida bailar no quiere decir que a la mujer se le rebaje, solo quiere decir que a esa mujer se le está queriendo por como es, por la persona que es. No me digáis que no es precioso ver a dos hombres gays besarse, que no entra pelusilla cuando veis en una boda a una pareja con una sonrisa de oreja a oreja. Pinchad en el título del post y descubriréis que ese romanticismo, ese amor no se tiene que perder señores, es la esencia que tiene que regir nuestras vidas en esta sociedad consumista en la que vivimos y que tan difícil es que abandonemos, donde da igual quien sea, un hombre hacia una mujer, una mujer hacia un hombre, un hombre hacia un hombre, una mujer hacia una mujer, lo importante es querer como la primera vez, como bien dice la canción.
¿El romanticismo es una utopía? Permitidme dudarlo. Nada es imposible si se cree en ello, nada es imposible si dos personas, da igual su sexo, se quieren.
Locura de un servidor.
Paz y amor.
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